¡Un hanzi al día! De imitar ceños fruncidos
Algo parecido, similar a los refranes españoles son los chéngyǔ o frases hechas chinas. Generalmente tienen cuatro caracteres y provienen de la literatura clásica china, son sintéticos e incomprensibles si no conocemos la historia que se parapeta detrás. Su descubrimiento y descifrado es de lo más apasionante.
Hoy os presentamos el caracter para imitar y, de paso, os dejamos un chéngyǔ que lo utiliza.
效 xiào
imitar, ofrecer (una mano que da algo)
Había una vez, allá por el período de Primaveras y Otoños (春秋时代 Chūn qiū shí dài), en el 600 a.C., siglo arriba, siglo abajo, en el antiguo estado de Yue (lo que hoy sería la provincia de Zhèjiāng), una joven bella, bella como ella sola (ya hablamos en un post anterior de las 4 legendarias bellezas chinas y de su efecto sobre el medioambiente). El nombre de esta belleza era Xī Shī. Andaba a menudo la buena moza encorvada y con el ceño fruncido pues sufría de dolores de corazón. Como suele ser habitual, en el mismo pueblo había otra joven ni de lejos tan agraciada como la primera. Esta joven decidió, para parecer más bella y provocar el mismo efecto que Xī Shī decidió adoptar su pose, es decir, caminar encorvada y frunciendo el entrecejo. Pero lejos de obtener el resultado deseado, sólo consiguió potenciar su fealdad.
东施效颦 dōng shī xiào pín
Imitar el ceño fruncido de Shī.
Imitar a alguien pero obtener los resultados contrarios a los deseados