¡Un hanzi al día! De melones, elefantes y corazones perdidos.
¿Quién puede vivir sin saber un proverbio chino? Estaréis de acuerdo con nosotros en que, hay conocimientos que le dan calidad y distinción a nuestra vida. Por eso, hoy os ofrecemos, algunos provebios cuyo uso harán las delicias de propios y extraños.
bù jīng yī shì, bù zhǎng yī zhì 不经一 事,不长一 智
La sabiduría, el conocimiento, proviene de la experiencia (“no pasar por un asunto, no desarrolla el conocimiento”)
guā wú gǔn yuán , rén wú shí quán 瓜无滚圆,人无十全
Ni todos los melones son redondos, ni todas las personas perfectas (“melones no tienen una redondez perfecta, personas no tienen un 10”).
Y, aunque no sea propiamente un proverbio, tenemos una expresión de esas tan imprescindibles como un pantalón negro en tu fondo de armario. La expresión en cuestión es “ciegos tocando, palpando un elefante“.
¿Qué significa? Cuando los árboles no nos dejan ver el bosque, cuando sacamos conclusiones poseyendo sólo una parte de información, cuando sentenciamos y generalizamos basándonos exclusivamente una percepción parcial.
¿De dónde viene la expresión? Érase una vez un rey, amante de los elefantes. En uno de sus paseos por el campo, con su elefante, se encontró con un grupo de ciegos a los que le preguntó si sabían lo qué era un paquidermo, a lo cual respondieron que no, ya que nunca lo habían visto. El rey les instó a tocarlo y que le describiesen sus percepciones. El que tocaba la oreja, describía al elefante como un gran abanico, el que tocaba la espalda, como una cama, el que tocaba la trompa, como una serpiente,…. Obviamente, todos estaban equivocados porque no tenían una percepción del todo, sino que trataban de a través de las partes definir el conjunto.
máng rén mō xiàng 盲人摸象 (ciegos palpando un elefante)