¡Un hanzi al día! De barbas mesadas y filos pendiendo sobre el corazón.
耐心 nài xīn
El otro día, una compañera nos hacía reflexionar a todos con su pequeña historia. Ante la protocolaria pregunta de “qué tal”, se explayaba contándonos su recién estrenada situación sentimental. En la vida, los hombres le habían pedido de todo o de casi todo: dinero, amor, ayuda, cariño, comprensión,… pero nunca ¡paciencia! ¿De dónde podría ella sacar semejante cosa?, paciencia pero ¿hasta cuándo?, ¿cuántas horas, cuántos días?, ¿de forma indefinida?, ¿hay algún certificado de intensidad de paciencia o es una virtud laxa que no cuenta por horas?,… Dramática situación.
El post de hoy, va de paciencia y, desde luego, no es mucho más esperanzador.
耐心 nài xīn, ésta es la palabra paciencia formada por resistir, aguantar (una mano que se mesa la barba) + corazón. Vemos que incluso etimológicamente es una palabra muy masculina y que desde luego, mesarse la barba no es lo mismo que tirarse de los pelos. Paciencia = corazón resistente.
“Aguantar”, tampoco es ún término mucho más esperanzador. Fijémonos en su formación: un corazón sobre el que pende el filo de un cuchillo, por lo tanto, eso es aguantar, hasta que el filo llega al corazón.
忍 rěn